El nuevo hospital de Móstoles

Cuando las manecillas del reloj superen las 9.30 horas de hoy se habrá inaugurado, de nuevo, el segundo hospital de Móstoles, esta vez con un paciente que sí precisa asistencia médica. Ayer fue el estreno oficial para la comitiva de autoridades, encabezada por el Rey Juan Carlos, que ha prestado su nombre al nuevo centro sanitario.

La infraestructura de líneas vanguardistas, que lleva la firma del estudio de Rafael de la Hoz, tendrá titularidad pública y gestión privada, una fórmula acuñada por el Gobierno de Esperanza Aguirre para poder «optimizar mejor los recursos» sanitarios en la región. Con distintas graduaciones, se ha aplicado ya en ocho ocasiones previas.

La empresa adjudicataria de este proyecto hospitalario para los próximos 30 años, Capio, ha invertido 232 millones en su construcción y equipamiento. La Comunidad de Madrid, a su vez, tendrá que abonarle un canon de 107 millones de euros anuales, un dato que se calcula a partir de los 180.000 potenciales usuarios a los que se podrá atender; esto es, 595 euros por persona. «Pero si los pacientes de la zona van a otros hospitales, les descontamos el coste íntegro del tratamiento», precisan en la Consejería de Sanidad.

El área de cobertura del nuevo centro son 17 municipios del suroeste además de Móstoles. En su superficie se han habilitado 260 habitaciones individuales, 47 consultas, 10 quirófanos y 78 puestos de urgencias, entre otras dotaciones, y contará con una plantilla de 1.053 trabajadores.

«La Comunidad de Madrid, ante la situación de crisis actual, hace lo posible por garantizar una sanidad modélica, garantizando su gratuidad, su universalidad y su calidad», declaró ayer durante la visita de autoridades la presidenta autonómica, Esperanza Aguirre, informa Europa Press. En el acto, además de Sus Majestades, estuvieron también presentes el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, y el alcalde de Móstoles, Daniel Ortiz.

El Rey Juan Carlos entrará en funcionamiento de manera gradual, «para que en un plazo de unas tres semanas todos los servicios del centro estén operativos», según fuentes del Ejecutivo regional. Así, hoy se estrenarán las consultas y la radiología, mañana las extracciones y así sucesivamente hasta que el 12 de abril se active finalmente el servicio de urgencias.

En la Consejería de Sanidad defienden que el modelo público-privado permite que «el coste comparado per cápita de los nuevos hospitales se sitúe en 437 euros de media por habitante» al año, una cifra, indican, «inferior a los 734 euros que, de media, cuestan el resto de los centros de la Comunidad de Madrid».

La oposición en el Parlamento regional, en cambio, critica en la distribución que el PP hace de los 7.000 millones destinados a la atención médica de los ciudadanos, el 40% del total del presupuesto autonómico. Además, entienden que a la larga el nuevo modelo asistencial será más caro para las arcas autonómicas que el tradicional.

Laura Oliva, secretaria de Sanidad del Partido Socialista de Madrid, cree que el equipo de Gobierno debería replantearse su política de gasto en esta partida. «Por supuesto que se necesita más inversión en camas hospitalarias, pero la obsesión de Esperanza Aguirre es hacer cosas que sean visibles mientras tiene a la medicina de familia muy abandonada», considera la también diputada regional.

Además, muestra su «preocupación» por que «el Hospital de Móstoles corra la misma suerte que el centro de especialidades de Fuencarral y se cierre con la excusa de que existe un centro nuevo» en el municipio.

En IU advierten que «el modelo de gestión que está consolidando el PP» en los nuevos centros sanitarios «no es más barato» que el tradicional. «Esta apuesta por la iniciativa privada, además, ha hecho que en los últimos presupuestos se haya incrementado un 0,9% el gasto total en sanidad, pero para transferencias, cánones y conciertos con empresas privadas y en detrimento del gasto en personal, atención primaria y listas de espera», se lamenta Rubén Bejarano, portavoz del partido en esta materia.
Por su parte, Enrique Normand, de UPyD, explica que su formación «no critica la colaboración pública-privada de la sanidad, que tampoco es nueva, pero sí la forma opaca de gestionarla». Y pone un ejemplo: «Se ha ido pasando de un modelo a otro sin que se haya explicado por qué razones se ha abandonado el anterior».

Finalmente, desde UGT Madrid añaden que en la selección del personal de los últimos centros sanitarios no se ha permitido la presencia de las organizaciones sindicales, por lo que deducen que el proceso de selección «carece de la transparencia» deseable.

El Rey Juan Carlos es el segundo hospital abierto esta legislatura después del de Torrejón de Ardoz. Para el otoño está previsto que entre en funcionamiento también el de Collado Villalba, la meta del maratón de 12 inauguraciones que se ha hecho Aguirre en la última década.

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