Proteger la pradera

Para ayudar a las abejas, proteger la pradera.

Según un investigador de la Universidad de California, Berkeley, los agricultores de almendras de California que dependen de las colmenas de abejas comerciales para polinizar sus lucrativos cultivos se beneficiarían de los esfuerzos para proteger el territorio de forrajeo de abejas en los estados de las praderas del norte.

Un  nuevo artículo , publicado esta semana en la revista Land Use Policy , muestra que un programa del gobierno que paga a los agricultores para que dejen en barbecho a las tierras de cultivo marginales ha protegido un refugio de abejas crítico que apoya al 40 por ciento de las abejas que se manejan comercialmente en el país.

Pero los cambios en el programa han puesto en peligro la salud de la población comercial de abejas de Estados Unidos, que se transporta en camiones por todo el país para polinizar alrededor del 30% de todos los cultivos alimentarios más importantes, desde las almendras de California hasta las naranjas de Florida.

Se ha prestado mucha atención al papel que desempeñan los plaguicidas, parásitos y enfermedades en la disminución bien documentada de la población de abejas melíferas, pero se ha investigado menos sobre el papel que tienen las políticas de la tierra en las poblaciones de abejas, dijo Jennie Durant, una reciente Ph .RE. destinatario del Departamento de Ciencias Ambientales, Política y Gestión de la Universidad de Berkeley.

"Si queremos abordar las disminuciones de las abejas, debemos prestar atención a estas tendencias de uso de la tierra, que también desempeñan un papel importante", dijo Durant, quien fue el autor del documento con Clint Otto, un ecologista de investigación del Servicio Geológico de los Estados Unidos.

Durant y Otto examinaron el Programa de Reserva de Conservación, un programa que comenzó en 1985 para alentar a los agricultores, muchos de los cuales cultivan maíz y soja, a plantar coberturas vegetales, como pastos perennes y hábitats de abejas, en tierras difíciles de cultivar productivamente.

Para ayudar a las abejas, proteger la pradera.

Las abejas dependen de las flores en la región para el polen rico en proteínas. (Foto de UC Berkeley por Jennie Durant)

Las tierras protegidas mejoran la salud del suelo y la calidad del agua, crean hábitat de vida silvestre, almacenan carbono y sirven de refugio para las abejas.

La pareja prestó especial atención a Prairie Pothole Region, un área de humedales hundidos y diversos pastizales que se extiende a lo largo de Montana, Minnesota, Dakota del Norte, Dakota del Sur y Iowa.

El área es un hábitat de verano ideal para las abejas comerciales, que cuentan con los pastizales protegidos para el polen rico en proteínas, y es una fuente de gran parte de la miel comercial de Estados Unidos.

Pero la cantidad de acres en la región Praothie Pothole protegida por el programa de reserva se ha reducido a la mitad desde 2007, poniendo en riesgo a las colonias de abejas y perjudicando las ganancias de los apicultores comerciales que dependen de las abejas felices y saludables para la miel.

Para ayudar a las abejas, proteger la pradera.

La región Praothie Pothole apoya al 40 por ciento de la población comercial de abejas del país. (Foto de UC Berkeley por Jennie Durant)

Las razones de los cambios son numerosas, encontraron Durant y Otto. Incluyen límites en el programa de reservas, políticas gubernamentales que apoyan los combustibles de etanol y cambios en los programas de seguro de cultivos en 2014 que alentaron a los agricultores a plantar más soja o maíz. Los cultivos de maíz y soja también suelen tratarse con sustancias químicas, llamadas neonicotinoides, que son dañinas para las abejas.

Durant y Otto señalaron una serie de medidas que el gobierno federal podría tomar para proteger mejor el hábitat de las abejas en las praderas del medio oeste, incluido el aumento del número de acres protegidos por el Programa de Reserva de Conservación y el cambio de las políticas de seguro de cultivos para desalentar a los agricultores de plantar nuevos cultivos.

Pero la clave es entender qué tan conectada está la geografía agrícola cuando se trata de abejas.

"Cualquier industria que depende de la polinización de abejas depende, a menudo sin saberlo, de tener sitios de forraje saludables donde las abejas se reponen y aumentan su número en el verano para prepararse para el invierno", dijo Durant. "De esa manera, cuando llegan a California en la primavera para comprar almendras, están listos para ir".