Una película que funciona
Entre los dos media apenas diez años y tres candidaturas. Enrique Urbizu y Mateo Gil, eso sí, son completamente debutantes en eso de los Goya. Él primero porque es la primera vez que se acuerdan de él, y el segundo porque es la primera vez que se acuerda de ir. «Hasta ahora siempre he podido escaquearme, pero esta vez no me queda otra», dice el más joven de la pareja. Los dos, pues, sin remedio.
Pregunta.- ¿Por qué cuesta tanto reconocer en España al cine de género?
Enrique Urbizu.- No comparto esa separación entre el cine de género y el de autor. Me parece ya una antigualla.
P.- ¿Y por qué el thriller en tu caso (a Urbizu)?
E.U.- El thriller te permite hablar de lo contemporáneo, del mundo en el que vives. Y lo más importante: te facilita hablar de lo que está por debajo, del funcionamiento oculto de lo que pasa, del sistema...
P.- ¿Y por qué un western en el tuyo (a Mateo Gil)?
Mateo Gil.- Lo primero que se me ocurre es dar una respuesta práctica. Hicimos el western porque, de todas las propuestas que teníamos sobre la mesa, ésa, la más improbable, fue la que salió. Por lo demás, igual que el thriller te permite como dice Enrique mirar debajo de las alfombras, el western te facilita plantear dilemas morales muy sencillos. Y actuales.
P.- ¿Por qué una ha ido tan bien en taquilla y la otra tan mal?
E.U.- Nosotros entramos muy bien gracias al festival de San Sebastián, donde aunque no ganamos premios, el domingo estábamos en todos los periódicos. La noticia era que no nos habían premiado y eso coincidió con el estreno. Fue una gran entrada y luego la peli ha seguido su camino fundamentalmente por el personaje de Santos Trinidad en el trabajo de José Coronado.
M.G.- Cuando una peli funciona es una conjunción de elementos de un casting que atrae, a un propuesta que, de repente, llama la atención. Blackthorn no tenía nada de eso. Tenía un título muy mal amañado y un actor [Sam Shepard] que, para la gente que llena los cines, es un perfecto desconocido, aunque para la gente de la cultura sea un mito.
P.- ¿Y el hecho de que fuera rodada en inglés?
M.G.- Eso compensa con creces el pequeño desastre en España, porque se ha vendido a todo el mundo por el inglés. Se amortiza.
P.- ¿Es sostenible un cine con una cuota de pantalla del 15%? El ministro de Cultura dice que no.
E.U.- Un 15% es una cifra muy baja, pero si el Gobierno quiere poner algo de su parte, quizá debería fijarse en las políticas de apoyo al cine de otros países. Cuando se nos compara con Francia por la cuota, alguien debería también compararnos con las formas de apoyo al cine.
P.- ¿Qué les parece la nueva ley del mecenazgo?
E.U.- Veremos cómo se concreta. Pero me parece peligroso discutir una de las políticas más tacañas en cuanto a apoyo al audiovisual. El fondo de protección a la cinematografía es de los más bajos de Europa. Si se trata de justificar un descenso de lo poco que hay, mal.
M.G.- De hecho, se confunde todo. El año pasado se vendió en los titulares de prensa una guerra de un sector del cine contra otro, y se dejó de lado que se abandonaba la obligación de las televisiones de aportar el 5% de sus ingresos al cine. Se instrumentalizó la supuesta pelea, que nunca llegué a entender.
P.- ¿Con el nuevo Gobierno irá el cine peor o mejor?
E.U.- No lo sé, pero no hay que perder de vista que el Gobierno de Aznar dobló el fondo de protección y aceptaron la normativa europea del 5%. Los ocho años del Gobierno de Zapatero no arrojan el mismo balance. Otra cosa es que haya medios interesados en convertir al cine en un arma arrojadiza. Y esto lo ha hecho la derecha y la izquierda.
M.G.- En general, lo han hecho más que los partidos, los medios que tenían intereses. Y eso se ha visto en el asunto de la piratería que se ha mezclado todo de forma interesada. Estoy cansado de oír que los autores queremos seguir cobrando por internet una vez que ya hemos cobrado. No, no hay derechos de autor por internet. No se ha conseguido. Los autores no cobramos por internet aunque sean descargas legales. Está claro que a alguien le interesa confundir a la opinión.
E.U.- La primera perversidad del debate es enfrentar al autor con el consumidor y no decir nada de los que realmente se lucran que son las teleoperadoras. De ellos no se habla jamás. La línea no es gratis. Y nadie tiene una ADSL de 20 megas para recibir el correo electrónico.
P.- Vistos los niveles de producción ¿Se hunde el cine español?
M.G.- Yo no sé, pero desde luego estoy pensando en rodar sólo en inglés. Si no cambias de idioma no amortizas.
E.U.- Pero la solución no puede ser que rodemos todos en inglés. Habrá que hacer un esfuerzo para vender fuera cosas que pasan aquí. Eso sólo se puede hacer en español.
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