Música clásica sólo para la élite

«En casa no escucho a Lady Gaga, pongo a Beethoven». Lang Lang (Shenyang, 1982) avisa desde el principio: que las zapatillas hipervitaminadas y el pelo a lo Gokuh no te engañen. No es un artista pop, no es una estrella de la MTV que toma vitaminas. Es un pianista, un creador, «un músico que hace las cosas en las que cree», apunta en una entrevista concedida a EL MUNDO. Hoy llega al Palau de la Música, dentro de la programación de su 25 aniversario. No hay entradas. Todo vendido en tiempos en los que no se vende nada.

Lang Lang es, sin duda, un fenómeno de masas que ha conseguido lo imposible: vender discos de música clásica, llenar aforos con un piano. También es, claro, uno de los más criticados por los puristas por sus concesiones extremas, elevando las notas hasta el flúor de los colores que viste. «La ropa no tiene nada que ver. Lo que a mí me interesa es la producción creativa, el look es secundario. ¡Me gusta vestir como la gente de mi edad!

Lo mejor es comprobarlo por uno mismo. Hoy interpretará un programa en el que figuran tres obras maestras de la historia de la música: la Partita nº 1 de Johann Sebastian  Bach, la Sonata nº 23 de Franz Schubert y los 12 estudios de Frederick Chopin, de los cuales abordará los opus 25, compuestos entre 1832 y 1836. No es la primera vez que visita el Palau; de hecho, ya actuó en mayo de 2018 en la Sala Rodrigo y en la sala Iturbi en enero de 2019. Pero el público responde; «hace una semana que está todo vendido», apuntan desde el centro de música.

«Ésta es la mejor forma para dar a conocer la música clásica, ofrecer algo para entre la gente normal», afirma el pianista al respecto. «No es para élites, yo no creo en la élite de la música clásica; de otra forma no tocaría el piano». Lang Lang ha grabado recientemente la banda sonora de la película japonesa Nodame Cantabile, así como los 24 Estudios de Chopin para el Proyecto Chopin (el mayor proyecto en honor del bicentenario de Chopin), Nuit De Mai con Plácido Domingo, e interpretó la primera secuencia de Gran Turismo, uno de los videojuegos más exitosos.

«¡Pero por supuesto que soy normal!», bromea, «una cosa fundamental en cualquier profesión es que tienes que poner el alma en lo que haces. No importa lo bueno que seas... si no eres capaz de expresar emociones, de conectar tu corazón y tu cabeza, es una pérdida de tiempo». Lang Lang es el músico que sueña. Y lo explica con la anécdota del músico que dormía con gafas. Le preguntaron por qué lo hacía y él contestó que para ver mejor sus sueños. «Pues yo soy como él», dice, siempre sonriente, Lang Lang.

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