El modisto Valentino Garavani se va a Francia
Valentino Garavani, «Valentino», quizá el más famoso estilista italiano, deserta de las pasarelas romanas. La flor en el ojal de la alta moda italiana, el modisto preferido de Sofia Loren y Jackie Onassis, exhibirá sus carísimas creaciones (mínimo 1.800.000 pesetas) en París a partir de ahora. Ayer, pese a todo, Valentino presentó 21 modelos, rigurosamente blancos, que una serie de estáticas maniquíes -no habrá desfileexhibirán en su flamante Academia -más de 800 metros cuadrados en el centro de Roma que el estilista quiere dedicar a actividades culturales.
La madrina de esta fundación será Liz Taylor, su admiradora incondicional. La actriz volverá a la ciudad donde rodando Cleopatra conoció a Richard Burton, pero esta vez en calidad de presidente de la AMFAR (Fundación Americana para la Investigación del SIDA), una de las instituciones a la que irán destinados los fondos que con sus actividades recoja la Academia Valentino. «Pocos estimulos, escasa experimentación, infraestructura inadecuada» son algunas de las razones con las que Valentino explica su adios a las pasarelas romanas.
El abandono de Roma por París por parte de Valentino es otra prueba de que, en la batalla de la moda, Francia está nuevamente superando a Italia. La decisión del estilista hubiera sido impensable hace sólo tres años, cuando la moda era la protagonista por excelencia de la escena italiana, un imán que atraía a sociólogos y escritores.
La escalinata de Plaza de España o la Academia de Francia eran los escenarios donde modistos como Lancetti paseaban sus colecciones, inspiradas en los cuadros de Picasso y Andy Warhol, el retratista de todos los sastres italianos que, poco antes de morir, afirmaba que «las únicas obras de arte de estos oscuros años son los vestidos, las creaciones de los estilistas».
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